El Temerario se Excede en el Coraje.

Demente o insensible podríamos llamar a quien nada temiera, así fuese un terremoto o las olas, como se dice de los celtas. El que se excede en la osadía en las cosas que son de temer, es temerario. El osar es indicio de la buena esperanza.
Fuente:
ARISTÓTELES, "Etica Nicomaquea", pág. 64.

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