Psicopedagogía en Referencia al Estrés en los Niños.

Es normal que una persona adulta sufra de estrés tanto en lo laboral, como en lo social, en lo político, en lo económico, y en cuanto a otras áreas que abarca la vida personal y profesional.

Pero, ¿es posible que un niño o una niña sienta algún tipo de estrés? La respuesta es positiva. Los niños también pueden vivir la experiencia del estrés.

Existen cuatro elementos importantes que son necesarios de considerar para poder ayudar a los niños, en cuanto al estrés que puedan experimentar:

1) ¿Qué factores están provocando el estrés en los niños?

2) ¿Cómo perciben los niños al estrés que sienten?

3) ¿Qué consecuencias está provocando el estrés en los niños?

4) ¿Cómo reaccionan los niños ante dicho estrés?

El estrés infantil puede ser causado por: la monotonía, el trabajo bajo presión, los cambios climatológicos, etc. Este factor denominado estrés puede producir en los niños, reacciones adaptativas, o inclusive, reacciones no adaptativas, por lo cual hay que recurrir a ayuda profesional.

Las reacciones que demuestran los niños ante el estrés, son conductas que surgen como un mecanismo de autodefensa. Estos comportamientos aparecen de forma natural, y no de manera intencional, como parte del instinto de sobrevivencia, lo cual es completamente normal.

Es consejable hacer sentir a los niños, que poseen la capacidad para superar el estrés que sienten. Esto les ayuda a tener autoconfianza y a superar de mejor manera sus circunstancias, además de lograr un efecto de adaptación mayor en los niños para futuras nuevas situaciones en las que deban adaptarse.

Las principales causas del estrés en los niños se ubican en el contexto escolar.

El mecanismo de defensa (planteado por Cramer, 1987), es una reacción cognitiva que busca enfrentar los efectos de la ansiedad. Las defensas que se activan más que todo se deben a la finalidad de mantener el equilibrio psicológico.

Mientras más edad tenga una persona, más complejas se vuelven sus defensas. Asimismo, mientras menos edad tenga una persona, como ser un niño, más simples son sus defensas.Un mecanismo de defensa que emplean los niños, es la negación, negando de esta manera la existencia de los factores estresantes.

Otro elemento de defensa es la proyección, la cual funciona atribuyendo las características propias que son desagradables o inaceptables. "No soy yo, son ellos" es una afirmación que podría resumir el uso de la proyección.

El tercer mecanismo de defensa es la identificación, la cual sucede cuando se atribuye a uno mismo características y cualidades, que mejorarán la autoestima y seguridad de la persona.