LA ADMINISTRACIÓN DE LA TENSIÓN


La tensión es considerada necesaria para poder llevar a cabo las actividades empresariales. Sin embargo, el exceso de tensión está asociada con lo que conocemos con el nombre de "estrés", lo cual si se prolonga durante mucho tiempo, puede provocar desventajas y problemas de salud. Si no existe tensión en una organización, esta escasez puede causar también inconvenientes, como la baja productividad, que a la larga puede derivar en la quiebra de la empresa.

Teniendo en cuenta estos conceptos, hago la presentación de una teoría que denomino "La Administración de la Tensión", la cual hace referencia al manejo de la tensión en un ambiente laboral, para que sea posible la maximización de la productividad y se pueda contar con un clima agradable a corto, mediano y largo plazo.

Cuando existe mucha tensión en una empresa, los funcionarios se encuentran alterados e irritables, y esto perjudica al rendimiento en general. Por lo tanto, es en este punto en que hay que tratar de bajar el nivel de tensión, demostrando buenos modales, inyectando dosis de motivación a los demás, demostrando comprensión y empatía, y siendo paciente con los resultados esperados. Si al momento de existir un gran cúmulo de tensión, se intenta administrar a los demás mediante la presión, los efectos serán negativos, habrá bastante disputa y debido a los desacuerdos y la falta de voluntad, no se podrá alcanzar los objetivos planteados previamente.

En el lado opuesto a esta situación, cuando existe una carencia de tensión en el ambiente de trabajo, los trabajadores disminuyen su rendimiento, poniendo en peligro la vida de la corporación. Es por este motivo que cuando hay poca tensión, se requiere ejercer un incremento de tensión, siendo más autoritativo, delegando más responsabilidades, realizando retroalimentaciones constructivas, planteando y replanteando objetivos, efectuando un seguimiento de lo que está planeado e imponiendo orden, control y disciplina en el lugar, sin dejar de lado la consideración y haciendo uso siempre de un lenguaje formal y diplomático. No es necesario emplear palabras soeces ni realizar críticas que pudieran crear resentimientos.

Al existir un nivel moderado de tensión en el trabajo, será más favorable la situación para poder desempeñar las funciones laborales, y asimismo se optimizará la sinergia, al crear un ambiente propenso a una buena comunicación y una debida responsabilidad.


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