EL EXCESO DE INFORMACIÓN PRODUCE INTRANQUILIDAD Y ESTRÉS

Una vez más se cumple la sabia frase: "Todo en exceso es malo." El exceso de información, que puede asociarse con la saturación de la información, es un factor que puede provocar estrés o demasiada tensión, por lo que este estado debe evitarse para poder conservar una buena salud y un equilibrio a nivel mental e intelectual, al igual que a nivel físico.

En caso de estar frente a esta situación, lo mejor es relajarse, ir de paseo, salir con la novia o con los amigos para socializar, o inclusive dormir. El exceso de información puede producir irritación en las personas que lo experimentan, y lo mejor en este caso es no dejar que este estrés se extienda por mucho tiempo.

Todo lo que pasa por nuestros 5 sentidos, ya sea vista, olfato, tacto, oído o gusto, es fuente de información. Los recuerdos, lo que imaginamos, lo que pensamos, también son fuente de información. Por eso cuando descansamos, cerramos los ojos y buscamos un lugar tranquilo donde no haya bulla, puesto que de esta manera se puede reducir la información que puede pasar por estos sentidos.

Ahora bien, las fuentes de información pueden tener diferentes niveles de intensidad. Por ejemplo, un ruido estruendoso poseerá una mayor intensidad que una música suave. Este dato puede ser útil si consideramos que una persona que esté saturada de información, puede verse más sensible ante las fuentes de información de gran intensidad, y no tanto así frente a las fuentes de información de leve intensidad.

Cuando nos encontramos muy expuestos a un flujo bastante elevado de información, debemos ser selectivos en la información que asimilamos, considerando la Ley de Pareto, que afirma que el 20 por ciento es esencia y el 80 por ciento es trivial. De esta manera, simplificaremos la información que asimilamos, quedándonos con lo más importante.