LAS MENTIRAS A MEDIAS SON MÁS DIFÍCILES DE DETECTAR QUE LAS MENTIRAS PURAS.

Existen ocasiones en que una persona adulta miente por comodidad o para sentir seguridad.

Sin embargo, hay personas que saben de psicología neurolingüística (PNL) y que saben cómo detectar la mentira, a través de las señales de comportamiento que presenta todo cuerpo humano, como ser el movimiento de los ojos o la contracción de la córnea (la acción ocular contraria a la dilatación de la córnea).

En el caso de que una persona miente y es descubierta, puede traer consecuencias gravísimas, por lo que un método para evitar ser descubierto podría ser recurrir a decir las verdades a medias o utilizar las mentiras a medias, en lugar de emplear las mentiras puras.

Las mentiras a medias, por su naturaleza, son mucho más difíciles de descubrir que las mentiras netas, y por lo tanto llegan a tener un mejor efecto.