PARA CONFIAR, HAY QUE SER CONFIABLE


La confianza se está convirtiendo en la carta de presentación de las empresas del Siglo XXI. Muchos expertos atribuyen a esta virtud, el éxito de toda corporación. Sin embargo, estamos en un mundo donde cada vez la confianza es menor.

Para poder confiar, hay que disminuir el nivel de control. Cuando hacemos esto, estamos dejando en las manos de otras personas, ciertas responsabilidades que nos pueden provocar problemas, pero sin embargo, si no existe confianza, será difícil poder encontrar a un personal en que merezca la pena depositar la confianza. 

El desconfiar de todo el Mundo es lo mismo que confiar en todo el Mundo. Debe existir un equilibrio. Si confiamos demasiado, podemos salir engañados por otras personas, pero si no confiamos en nadie, podemos vivir atormentados.

Lo importante es confiar en las personas adecuadas y en aquellas personas que merezcan este premio. Debemos aprender a confiar inteligentemente para poder prosperar en la vida.


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