MODERACIÓN EN LAS EMOCIONES

Existen personas a quienes les cuesta bastante controlar sus emociones. Generalmente a este tipo de personas se las conoce como "impulsivas". Se dice que una de las características de todo genio es su cualidad de ser "apasionado". Podemos entender por la palabra apasionado, como aquella persona que expresa y demuestra sus sentimientos de forma excesiva, ya sea sentimientos positivos o bien emociones negativas.

Sin embargo, este tipo de comportamientos puede generar problemas tanto a nivel profesional, como a nivel laboral, de negocios, familiar, social y espiritual. Muchas veces ocurren las situaciones en que por razones de fuerza mayor, es un requisito saber apaciguar los sentimientos, haciendo uso de la razón y racionalizando los problemas.

Es por ello que, en mi opinión, hay que aplicar la moderación inclusive cuando se demuestran las emociones. Todo hay que hacerlo con su medida adecuada y no se debe recurrir a los excesos. En caso de actuar de esta forma, estaremos demostrando una madurez emocional, lo cual puede permitirnos llevar una vida plena. El hecho de moderar los sentimientos no significa fingir emociones que no son reales. La moderación emocional debe ser realizada con el propósito de no herir los sentimientos de las personas que nos rodean.

Muchas veces imaginamos una situación que no es real, y por lo tanto, actuamos de forma negativa, poniendo en claro ante los ojos de los demás, que tenemos una mala impresión de ellas o ellos. Cuando transcurre algo de tiempo, nos damos cuenta que en realidad la situación era únicamente parte de nuestra imaginación, pero no algo que forma parte de la realidad. Un ejemplo de ello son los celos sin fundamentos por la pareja amada.