EL CASINO Y LOS JUEGOS DE AZAR: FUENTES DE VICIOS Y PERDICIÓN.

Los casinos proliferan en las sociedades donde circula mucho capital. Y es que estas casas de juego aprovechan de la necesidad de distracción y diversión de la gente, debido al estrés producido por la actividad laboral, a costa de un gasto demasiado elevado, que nunca llega a ser una inversión para el cliente, puesto que ese monto nunca regresa.

A corto plazo, ya se puede percatar que lo que un cliente gasta en los casinos, es inclusive mucho mayor de lo que podría desembolsarse con mujeres de compañía. Y lo peor de todo es que este tipo de actividades incluye un factor psicológico, que gira en torno a los vicios: Una vez se convierte en vicio, no hay bolsillo que lo aguante.

Asimismo, estos juegos de azar producen un desgaste físico, emocional y psicológico, que afecta el desempeño laboral y/o académico. Las bellas sonrisas de las azafatas que trabajan en estos lugares, camuflan las verdaderas intenciones de la empresa, de llevar a la perdición a cuantas personas se atrevan a dejarse llevar por la curiosidad.

Definitivamente hay actividades mucho más productivas, menos costosas y sin el riesgo de convertirse en vicio, que las que se llevan a cabo en los casinos.